EL PROCESO BIOLOGICO DEL APRENDIZAJE

El proceso biológico del aprendizaje

 

 

Nuestra memoria está compuesta de tres partes: la de fijación, la corta y la de largo plazo. El aprendizaje

como proceso biológico es una reacción química en nuestro cerebro. Cuando percibimos información nueva la acumulamos primero durante pocos minutos en forma de vibraciones eléctricas en nuestra memoria de fijación, de ahí pasa a través de una selección muy subjetiva por un filtro a la memoria corta. Con ésta somos capaces de retener y acumular información por más o menos 45 minutos. Una de las consecuencias de este proceso es que a los 45 minutos la memoria corta esté copada y que, por lo tanto, nuestra capacidad de asimilar más informaciones se agote y necesite un tiempo de descanso para tener espacio nuevamente. Este es el motivo por el cual es recomendable que en un proceso de aprendizaje haya una pausa de aproximadamente 10 minutos cada tres cuartos de hora. Todo este esfuerzo y las reacciones químicas involucradas en el aprendizaje consumen una gran cantidad de energía. Por eso nos es difícil aprender cuando estamos con bajos niveles de energía; por ejemplo, cuando hemos dormido mal o poco. También aprendemos menos después de las comidas, ya que en esos momentos necesitamos la energía para los procesos químicos de la digestión. No se sabe exactamente por qué cierta información consigue pasar de la memoria corta a la de largo plazo  y otras no. Sin embargo, se ha llegado a la conclusión de que la información que logra pasar a la memoria de largo plazo es en general información de interés personal o emocional, relacionada con los propios conocimientos y experiencia o con un significado particular, que se ha recibido en una situación especial oque ha sido repetida varias veces.

 

 

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